Apetencio González (el jamonero de Motril)

Que nadie se piense que el canibalismo es cosa de extranjeros, también en España existen casos. Un claro ejemplo es Apetencio González, un hombre alto, delgado y natural de Motril. Gracias a un golpe de suerte del destino en el 2004 Apetencio gana la lotería y puede por fin cumplir su sueño: poner un bar en Motril al que llamaría "El antropófago". Pero esa alegría dura poco. Tan sólo un año después Apetencio es detenido por impago de la revista "Canibalismo para principiantes: cómo hacer de un simple humano un manjar exquisito", a la que estaba suscrito. El carácter algo extravagante de la revista lleva a la policía a investigar a nuestro protagonista. Al poco tiempo se descubre que, tanto la novia del detenido, María del Mar Camacho, como uno de sus vecinos, Luis Enrique Pineda, han desaparecido.Tras una exhaustiva investigación a "el antropófago" se hallan restos de varios cuerpos: el de la novia de Apetencio, el del vecino y otro que tardará en ser identificado, en las tapas. Estos restos desconocidos que consistían concretamente en un dedo gordo de pie sobre un pedazo de pan, resultaron pretenecer al propio Apetencio. Al parecer la carta del bar ofrecía al comensal comidas de lo más variopintas: tapas hechas de ojos y dedos humanos, criadillas de hombre y un jamón de su novia. Durante el tiempo en que Apetencio estuvo llevando el término gourmet a un nuevo nivel, más de 23 personas degustaron sus innovadoras tapas, 11 de las cuales llegaron a admitir que la comida no estaba mala.

De este gourmet de lo humano se habló mucho durante un tiempo. Su inconfundible silueta, y su mirada perdida aterrorizaron a telespectadores y telespectadoras por igual. Surgieron varias teorías que hablaban de una homosexualidad latente, lo cual explicaba por qué Apetencio prefería la carne de su vecino que la de su novia. Al mismo tiempo que esto sucedía y dada su complexión, la policía pensó que "el jamonero de Motril" podía padecer trisomía, por lo que analizaron su sangre. La sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que Apetencio era portador del cromosoma XYZ, los científicos aún se preguntan cómo es posible que esto pueda pasar.